Mientras el madridismo se prepara para vivir otro posible culebrón del verano protagonizado por Luis Suarez, en las oficinas del club blanco ya se mueven para cerrar la contratación de un delantero de otras características. Un chico joven, bueno, con instinto goleador y un futuro brillante. Un suplente de lujo que tome la alternativa cuando la BBC no esté y que poco a poco se asiente en el equipo y sea el relevo en el puesto de '9'. En fin, el Real busca un Morata.
El mirlo blanco cree que ha llegado su momento de volar del nido, buscar minutos y oportunidades como titular fuera del Real Madrid, pero Carlo Ancelotti no quiere renunciar a la figura de un punta joven y con hambre que sume goles y partidos.
Juventud, hambre y gol
Morata ha jugado esta temporada 918 minutos en 33 partidos y ha marcado nueve goles. Su trabajo ha sido aplaudido por Carletto y por la afición y es precisamente esa buena experiencia que le ha dejado al italiano el año del canterano por la que quiere seguir contando con un futbolista de su perfil. No pudo convencer al chico de que se quedase en el Bernabéu, pero ya tiene una lista de promesas futuras y realidades presentes que rastrear para que sea su nuevo Morata.
El mercado ofrece un buen puñado de jugadores que cumplen con las virtudes que busca el cuerpo técnico del Real Madrid. El más apetecible y atractivo es Antoine Griezmann, el francés de la Real Sociedad, que se encuentra en Brasil para disputar su primer Mundial. El zurdo de oro de Anoeta lo tiene todo para triunfar en el Real Madrid y ser un ídolo de la afición en pocos años. Así lo consideran en Chamartín, que verían en su fichaje algo más que la contratación de un chico joven. Es una estrella a punto de consagrarse en cuanto dé el salto a un grande y el Mundial le puede elevar a lo más alto.
Tiene 23 años y esta temporada, la de su confirmación, ha marcado 20 tantos en 50 partidos, 16 de ellos en Liga, uno menos que su compatriota Benzema. Su cláusula es de 30 millones de euros y las buenas relaciones entre los dirigentes blancos y donostiarras pueden ayudar a cerrar una operación que Ancelotti ve con muy buenos ojos. El chico tiene experiencia en Champions, ahora va a jugar la competición más importante de su vida y llegaría al Madrid en el momento idóneo.
Integración perfecta
Tras el anuncio de Zidane de su deseo de continuar en el Real Madrid, cualquier contratación de un futbolista francés gana puntos. Griezmann contaría con los consejos del gran Zinedine y de su compañero de selección Benzema, a quien estaría destinado a dar el relevo en el Madrid y en Les Bleus. Aunque su posición no es la de delantero centro, su capacidad para moverse entre líneas, su facilidad para hacer gol y su polivalencia le posicionan en lo más alto de la lista. Podría sustituir a cualquiera de los tres miembros del ataque blanco y su sociedad con Jesé, creen en el Madrid, daría años de gloria
Alternativas de futuro
Tras el nombre de Griezmann aparecen en el listado de futuribles del equipo blanco otra serie de delanteros, pensando más en un futuro escalonado que en el impacto inmediato que podría suponer el francés. El más jugoso es Juan Iturbe, de 21 años. El menudo punta argentino (mide 1,71) tiene un aire a uno de los anhelos del madridismo: Kun Agüero. Culón, ratón de área, con la bola siempre pegada al pie izquierdo, con una capacidad para el desborde descomunal y una tranquilidad innata ante la portería rival. Hellas Verona, su club, acaba de desembolsar 15 millones por la opción de compra a Oporto y quiere hacer caja (25 kilos) por él.
Pero el Madrid no guarda solo dos balas en la recámara. Está al acecho de otros jovenes que empiezan a despuntar en Europa, como Berardi, que cumple 20 años este verano y que ha sido una de las revelaciones del Calcio en el Sassuolo. Ha anotado nueve goles y ha dejado buenas sensaciones. También está en el punto de mira Lacazette, más conocido y maduro, que ha marcado 22 goles en el Lyon este curso. O Destro, de la Roma; Origi, del Lille o Lasogga, el último tallo alemán. Candidatos a interpretar el papel de Morata.
