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viernes, 28 de marzo de 2014

Alonso, gripado.

Si Xabi se constipa, el Madrid estornuda. Quedó demostrado al inicio de temporada, cuando los blancos jugaron los dos primeros meses sin el tolosarra, y está volviendo a quedar en evidencia ahora, con el bajón de juego del mediocentro. Dos partidos malos de Xabi y dos derrotas, ante el Barça y el Sevilla.
La gasolina le ha durado exactamente una vuelta. Xabi reapareció de su lesión
ante el Sevilla en el Bernabéu y el Madrid encadenó 31 partidos consecutivos sin perder. Fue el efecto Alonso, que ha desaparecido justo cuando las fuerzas le han empezado a fallar. De la racha de 31 partidos sin perder, el tolosarra disputó 29, convirtiéndose en un jugador indispensable y sin apenas descansar.
"Xabi es clave por su calidad y experiencia", dijo Ancelotti nada más tenerle a sus órdenes, olvidando que a sus 32 años igual tenía que diseñar un plan para dosificarle.
Alonso jugó hasta el intranscendente partido ante el Schalke 04, lo que parece que le ha pasado factura en los dos últimos duelos ante el Barça y el Sevilla, en los que ha cometido errores a los que sus compañeros no estaban acostumbrados. Ante el conjunto azulgrana cometió un penalti absurdo sobre Iniesta y no estuvo acertado en la salida del balón. Y ante el Sevilla, tres cuartas partes de lo mismo, perdiendo el balón que propició el empate del rival. Errores impropios de un jugador de su categoría.
De más a menos
De puertas para adentro, Xabi insiste en que está bien físicamente y que por eso pidió jugar ante el Schalke 04, pero la realidad es que hay miembros del vestuario que no le ven tan fino como al inicio de la temporada.
Alonso reapareció a finales del mes de octubre a un nivel superlativo, hasta el punto de que los propios servicios médicos alucinaban por su respuesta física tras seis meses parado y dos operaciones, en el pubis y en el quinto dedo del pie.
Xabi se convirtió en el eje sobre el que giraba el mejor fútbol de Ancelotti y su gran estado de forma le invitó a ampliar su contrato con el Real Madrid dos años más. Pero el paso de los partidos le está empezado a pesar.
Los números no engañan en este sentido. Ante el Barça, Xabi tan solo entró en contacto con el balón en 39 ocasiones, uno de los partidos de la temporada en los que menos participó. Y ante el Sevilla perdió más balones que nunca. Su promedio de pases malos en lo que llevamos de temporada es del 12%, mientras que en el Pizjuán se eleva a un 16%: perdió 12 de los 78 balones que jugó. Una de esas pérdidas le costó un gol al Madrid.

Alonso, gripado

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